El dolor, la fatiga y el estrés son síntomas comunes en los pacientes con cáncer, pero a menudo no se toman en cuenta y se tratan como deberían.
Un estudio publicado en el Journal of Clinical Oncology, una revista de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), investigó la recurrencia de estos síntomas en pacientes con cáncer y su percepción con respecto al tratamiento obtenido.
Método
La investigación se realizó con pacientes con cáncer de mama, que representaban el 82% de los encuestados, y pacientes con cáncer de colon, que representan el 18% de los encuestados
El universo total fue de 2.487 cuestionarios respondidos por pacientes de clínicas de cáncer en los Estados Unidos.
Resultados
De los pacientes entrevistados, el 76% informó haber hablado con el médico sobre el dolor; el 78% sobre la fatiga y el 59% sobre el estrés emocional.
De los que informaron haber hablado con el equipo médico sobre el dolor, el 70% recibió asesoramiento. Y de los que reportaron fatiga, el 61% recibió asesoramiento y, finalmente, de los que hablaron sobre estrés emocional, el 54% recibió asesoramiento médico.
En el universo de la investigación total, el 61% de los encuestados dijo que sentía dolor, el 74% fatiga y el 46% estrés. Entre los pacientes que presentaron cada síntoma, el 58% informó haber necesitado ayuda para resolver el dolor, el 40% obtuvo ayuda para resolver la fatiga y el 45% para resolver el estrés emocional.
La investigación también mostró que los pacientes que presentan los síntomas tienen más probabilidades de hablar de ellos y recibir consejos. Además, los pacientes que recibieron tratamiento o lo concluyeron recientemente informaron más síntomas y una mejor atención en comparación con aquellos en la fase más avanzada del tratamiento.
Conclusión
En la muestra, entre el 30% y el 50% de los pacientes con cáncer en los centros oncológicos de base comunitaria no informaron haber discutido, no recibieron asesoramiento o recibieron la ayuda deseada para el dolor, la fatiga o la angustia emocional.
Este hallazgo sugiere que hay espacio para mejorar el manejo de estos tres síntomas comunes relacionados con el cáncer. El aumento de la frecuencia de conversación y asesoramiento entre las personas con síntomas implica que el paciente puede iniciar muchas discusiones. Las tasas más bajas de conversación y asesoramiento entre quienes se están retrasando en el tratamiento sugieren la necesidad de más evaluaciones entre los sobrevivientes a largo plazo, muchos de los cuales continúan experimentando estos síntomas. Estos hallazgos parecen ser especialmente importantes dada la alta prevalencia de estos síntomas en nuestra muestra.