El "K-dog", como está siendo llamado el proyecto, consiste en probar el olfato canino a partir de dos muestras hechas con toallas: una con olor a los tumores y otra sin.
Si hay éxito en los primeros 6 meses de prueba, el proyecto recibirá una investigación clínica aún mayor. La nueva técnica, podría ayudar a los países más pobres en el diagnóstico de cáncer de mama, por no exigir equipos caros.
Fuente: https://glo.bo/2wHviSn