Cuando se diagnostica el cáncer en una persona, es difícil para el paciente y para las personas más próximas, como familiares y amigos. La preocupación es muy grande y las ganas de ayudar también, pero es necesario tener mucho cuidado con lo que se dice para un paciente oncológico.
La intención puede ser ayudar, pero hay que tener cautela. Nunca diga la frase: “lo siento”. Los pacientes no necesitan sentir que las personas tienen pena. Sentimientos de lamentaciones no son bienvenidos cuando lo que una persona debilitada más necesita es fuerza y aliento.
¡Perder el pelo no es un problema! Sí, él crece. Pero no es solamente una cuestión de estética corporal. El pelo es parte de la identidad femenina y perderlo repentinamente no es tarea fácil de superar, pero también no es imposible. No te olvides que cada persona sabe muy bien lo que es muy importante para sí. Use frases como: “¿Cómo quiere que yo ayude para que te sientas mejor?” o “Lo que crees que te quedará mejor? ¿Una peluca o un pañuelo? ¿Quieres hacer un test?”.
Decir que no suportaría la enfermedad y que la persona es fuerte no ayuda. A nadie le gusta sufrir y, en situaciones como esta, uno de los principales aprendizajes es ser fuerte, incluso con el sufrimiento.
Lleve la persona para un paseo, muestre buenas noticias, videos graciosos, programas humorísticos. Muestre como la vida es bonita y que nada es motivo para desistir. La persona necesita estar muy bien emocionalmente para auxiliar en el tratamiento, para que todo se haga en un efecto conjunto.
Diga como ella es bonita, recuerde las buenas historias, esté presente, lleve mimos, haga lo que a ella le gusta. Nunca muestre que está triste por verla en esta situación, tenga siempre buna actitud y palabras de coraje. Todo o que ella precisa es fuerza y sentimientos positivos.