La reconstrucción mamaria es un procedimiento quirúrgico que marca la vida de una paciente, pues implica la mejora de la autoestima y de la calidad de vida.
Se hace necesaria después de la mastectomía, que es un tratamiento quirúrgico contra el cáncer de mama, consiste en la eliminación total de la mama. Para realizar la reconstrucción, de acuerdo con la Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica (SBCP), es necesario tener en cuenta la forma, el tamaño y la apariencia después de la mastectomía.
Además, puede ser realizada en el mismo momento de la cirugía de retirada de la mama o después de la recuperación de la paciente en relación a los tratamientos, como el de quimioterapia.
Es importante recordar que no es posible comparar la mama natural con la reconstruida. Algunas diferencias que se pueden observar son:
Sensibilidad. La mama reconstruida puede tener una sensibilidad reducida.
Cicatrices. La presencia de cicatrices visibles ocurre en la cirugía de reconstrucción y en la de mastectomía.
Si se utiliza alguna técnica quirúrgica de injerto, se notarán cicatrices en otros lugares del cuerpo de donde fueron retirados los injertos.
Hay algunos cuidados que se pueden tomar antes de la cirugía. De acuerdo con la SBCP es necesario:
Hacer exámenes de laboratorio o evaluación médica;
Hacer ajustes en la medicación actual;
Hacer mamografía antes y después de la cirugía;
Para fumar con anterioridad la cirugía;
Evitar tomar ciertos medicamentos, como la aspirina, los antiinflamatorios y los medicamentos naturales, ya que pueden influir en la coagulación de la sangre.
Es imprescindible que la paciente busque un médico especialista para solucionar todas las dudas y tomar las medidas necesarias para disminuir el riesgo de la cirugía.
Fuente: Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica